UNA MUJER INSUPERABLE

Si bien debo comenzar por una historia, es con la de mi madre. Esa mujer que le ha echado ganas a la vida, sin importarle los obstáculos que ésta le haya puesto en el camino. Madre de cuatro hijos, uno de ellos muy "especial". Si, mi hermano Roberto padece una lesión cerebral desde hace veintitantos años. Una noche de travesuras, le costó el futuro. Lanzarse por la bajada de una propiedad privada en patineta y, en plena obscuridad parecía una gran aventura. Pero lamentablemente fué envestido por un vehículo que entraba en la residencia. Esta lesión es degenerativa, por lo que a medida que transcurren los días, Roberto va desmejorando un poco. Actualmente tiene 41 años, pero pareciera un niño de 6 años, pero autista. Si, muy duro... pero Esther supo salir adelante. Apesar de que en principio los médicos no daban con un tratamiento que lo ayudase un poco, ella tuvo la fortaleza y paciencia suficientes como para no dejarse decaer. A partir de aquello, algunos "amigos" desaparecieron y, otros ocuparon un lugar importantísimo en su corazón. Pero el estrés y las preocupaciones generaron en ella problemas de salud. Hace ya unos cuantos años comenzó su lucha. Un diagnóstico de cáncer de tiroides, que en principio nos llenó de pánico. Afortunadamente, el tumor no sólo era pequeño sino que se encontraba encapsulado y para la época, los médicos no recomendaron ni quimio, ni radioterapia. Semestralmente, los obligatorios chequeos de rutina que no arrojaron resultados negativos hasta hace ya casi dos años.

Nos sorprendía una recaída de cáncer de mama. Un tumor en su seno derecho de no más de 2 centímetros. Nuevamente fué sometida a cirugía, una mastectomía parcial que incluía el procedimiento de "ganglio centinela" que consiste en extirpar varios ganglios de la axila para elaborar un muestreo. Este último porcedimiento determina si los ganglios están comprometidos, lo que implica un elevado riesgo de metástasis.

Los resultados fueron positivos para nosotros, sin embargo, el tipo de tumor era de los más agresivos y esta vez, debió someterse a un tratamiento completo de quimioterapia y radioterapia. Un año de lucha intensa. Así fué como durante un año, le dió la pelea al cáncer. Seis meses de quimioterapia, unos meses de eterna angustia, malestares y depresión. Luego siguió la radioterapia, con malestares distintos, pero no menos molestos. Con la radio, le quemaron el pulmón derecho asi que hasta el mes de febrero de este año, tuvo que mantenerse en tratamiento médico.

Desde la cirugía de mama ha estado en control permanente. Un mes la ve el oncólogo, al siguiente el cirujano, le siguen el radiólogo y el neumonólogo. Hasta el mes de mayo, todo transcurría perfectamente, hasta que hace una semana la enfermedad nos apuñaló por la espalda y nos sorprendió con un inminente regreso. Mi mamá se someterá nuevamente a quimioterapia, pero esta vez el pronóstico es sumamente reservado. Sin ella, su vida pende de un hilo, pero no nos garantizan cuán efectivo pueda llegar a ser el tratamiento.

Hoy, llena de temor, Esther sigue su lucha e independientemente del resultado, para mi es toda una vencedora.

Te amo mamá.